La capacidad de síntesis es una virtud. Más aún cuando eres emprendedor. La atención de los satélites que se sitúan en torno a tu producto decrece de forma exponencial desde el primer segundo. Y eso es letal cuando esos satélites son inversores.
Ese fue uno de mis primeros errores. Hasta que empecé con Moodyo no había tenido problemas a la hora de definir mis proyectos en Internet. Mis pequeños éxitos se circunscriben al ámbito de las webs informativas. Todas ellas se definen con 5 o 6 palabras perfectamente.
Hay muchas opciones válidas a la hora de definir tu producto de cara al mercado al que quieres dirigirte. Una que me gusta mucho es coger un referente conocido por todos y utilizarlo como espejo con algunas modificaciones. ¡Ojo! Esto hay que hacerlo con mucho cuidado porque puedes resultar peligrosamente pretencioso.
“El Facebook de los regalos» fue la primera definición que acuñaron para Moodyo. Hablamos de la edad de piedra de las redes sociales, o sea, hace 3 años… No se trataba de una definición mía. Para empezar, todo lo que sea compararte con Facebook puede resultar en un desagravio comparativo en el que saldrás perdiendo por varios años luz. Nadie es el Facebook de nada porque lo que ha hecho Mark Zuckerberg es inigualable a día de hoy.
“El Pinterest de las compras» es otra comparación escuchada recientemente. Halagadora, pero siempre desde la distancia que se ha ganado a pulso este nuevo filtro social basado en imágenes. Si compararte con algo asentado ayuda, ésta me gusta. En un sentido excesivamente simplista, sigues a personas que, a su vez, pueden seguirte. Añades productos a tus listas como si fueran tablones -públicos o privados- puedes compartirlos y, como matiz importante, tienes una serie de opciones encaminadas a establecer un hilo de conversación cuyo resultado es obtener la mejor compra posible en tu posición actual.
“Moodyo es una red de social shopping”. Sí, en realidad es eso pero, creedme, si os vais a dirigir a medios de comunicación no pequéis de “early adopters” acuñando términos o no comunicaréis un pimiento. “Social Shopping” o “Social Commerce” son palabras demasiado endogámicas y empleadas, a menudo, por quienes nos intentamos dedicar a esto, Community Managers, especialistas en marketing…y toda esa gente que NO constituirá el público de Moodyo como “masa relevante”. Pero bueno, en cierto modo, Moodyo es el resultado de una de esas interpretaciones.
“Moodyo sirve para comprar mejor con la ayuda de tus contactos”. Está bien. El verbo “servir” añade un matiz de utilidad importante. “Mejor” indica que su propósito es mejorar un proceso actual y “con la ayuda de tus contactos” denota que estamos ante algo “social”.
Tanto si eliges una como si eliges otra, lo adecuado desde mi punto de vista es someter esas definiciones a los distintos targets a los que te dirigirás. No debes pecar ni de ser muy especializado con quien no lo requiere, ni de excesivamente simplista con el receptor que pide -y necesita- más. Para ello, ten preparados pequeños párrafos adicionales para quien solicite más feedback tras haber asimilado correctamente el concepto.
Lo importante, a mi juicio, es tener muy claro lo que estás proponiendo y que no te vean dudar cuando quieres definir tu nuevo producto. Distinto es que consigas plasmar tu idea a la primera en una app móvil o un sitio web.
Personalmente, me quedo con que Moodyo debe servir para “comprar mejor con la ayuda de tus contactos” o, si se quiere utilizar un ejemplo en funcionamiento, con el halagador “Pinterest de las compras”.
Y tú, ¿qué crees que es Moodyo? Estoy ansioso por escuchar tus opiniones en @elpady. ¡Nos ayudas mucho! 🙂