El bonito futuro del periodismo

Esta mañana leía que los ingresos publicitarios en la prensa han caído más de un 60{a31a598c08b97e04c471714f0e9a9135ffea9d13036728f66bee3f63eed82732} en los últimos seis años. Tal es el descalabro, que cuesta pensar en la supervivencia de los medios a corto plazo o imaginar cómo habría sido el presente de muchas empresas informativas si, en lugar de ser el ¿Cuarto Poder? hubieran sido una pyme más como otra cualquiera otra. La quiebra del modelo es incontestable. En 2007 había 2.000 millones de euros donde ahora hay 700 que se cobran –si es que se cobra- a un plazo mucho mayor que antes.

La venta de periódicos en las calles de Nueva York y otras cosas del pasado (foto tomada el 8 de agosto de 2013 en la Novena Avenida)
La venta de periódicos en las calles de Nueva York y otras cosas del pasado (foto tomada el 8 de agosto de 2013 en la Novena Avenida)

En los primeros días en Nueva York, allá por el mes de abril, pude constatar que el Times no lucía en las puertas de los comercios como antes. “¿El New York Times? ¿En papel? Ummm…está complicado porque eso llega a los suscriptores y ya está… creo. No lo sé muy bien”, nos decía una joven vendedora de telefonía en la tienda de AT&T de Times Square. Ahora lo ves en las enclenques estanterías de hierro que franquean las entradas de los delis y en algún supermercado, pero nada que ver con la apabullante presencia de la cabecera hace apenas 5 años. El medio vendió su edificio y hoy tiene, frente a la estación de autobuses de la Octava Avenida, una sede muy moderna… y alquilada en gran parte a otras empresas. Esto les permite que la sangría no sea tan grande. Eso, y tener detrás a Carlos Slim insuflando aire al enfermo para que pueda hacer pruebas, paywalls y otros experimentos, ojo, muy interesantes y de los que saldrán, probablemente, los nuevos pilares de la profesión periodística en cuanto a modelo económico.

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El emprendedor de palo

Van a tantos encuentros sobre emprendimiento que es imposible que les dé tiempo a emprender nada. Suelen tener una tarjeta de visita impecable, una historia grandilocuente para cada ocasión y un halo de amabilidad que resulta embriagador. El emprendedor de palo es una figura en alza en tiempos difíciles. Puede aparecer ante ti como CEO, business angel o “serial entrepreneur” porque, aunque ellos no suman, saben que un cargo en inglés es un valor añadido para los neófitos. Seguir leyendo «El emprendedor de palo»

De una cajera de banco y otros motivos para salir de Sevilla si emprendes en Internet

Emprender desde Sevilla es muy bonito. No voy a contar nada de esta ciudad porque quien la conoce y disfruta acaba volviendo; los otros ya viven en ella. Sin embargo, la ciudad carece de un ecosistema notable de emprendedores en el sector online. Hay empresas y personas que ya lo están haciendo, y eso es fenomenal. Casos como deMartina son referentes a nivel nacional. Pero no nos engañemos: es necesario salir con cierta periodicidad a Madrid o Barcelona para vender o mejorar tu trabajo. Seguir leyendo «De una cajera de banco y otros motivos para salir de Sevilla si emprendes en Internet»

Tiempo al tiempo

Dos mil doce se va y muchos estáis deseando que cierra por fuera antes de dar el portazo. Lo hacemos porque la capa de la crisis y otras desgracias más graves nos impiden ver la cantidad de cosas buenas que hemos cultivado y mantenido en estos últimos doce meses.

El tiempo nos hará añorar muchas cosas buenas que han pasado en 2012. El tiempo dice adiós al tiempo. Y cada minuto que dedicáis a enfadaros, lamentaros y culpar a los demás de vuestra situación es tiempo que se despide y cierra por fuera. El tiempo no vuelve. Mientras escribo esto han desaparecido 5 minutos del reloj pero he llenado de vida 3000 segundos.

Llena de vida cada fragmento de 2013. Disfruta, levántate del sofá, no culpes a nadie de tus pequeñas derrotas y siembra para las grandes victorias que, en más ocasiones de las que piensas, están solo a un abrazo de distancia. Tiempo al tiempo.

Feliz 2013

«Ya no se puede ver televisión en familia» (Miliki)

«Ya no se puede ver televisión en familia». Con su voz de abuelo y los ojos brillantes, Miliki contestaba así, hace pocos años, a quien le intentó meter los dedos preguntándole por la telebasura sin comillas. 

Mis primeros recuerdos ante el televisor arrancan en la época de “Los Payasos de la Tele”. Mis cejas apenas sobrepasaban la mesa de camilla y mis piernas no llegaban al suelo. Pero mi “¡Bieeeeeen!”, como respuesta al “¿Cómo están ustedes?”, llegaba a la primera planta de mi bloque de pisos. Gaby, Fofito y Milikito le acompañaban en un espectáculo que, aún hoy, gracias a Youtube, me sigue pareciendo una obra maestra del entretenimiento para niños. 

La familia Aragón supo siempre ver el contenido de la caja tonta de una forma clara: entretener a la familia entera, junta, sentada en el sofá, en la mesa de camilla, en el piso de la playa donde amontonábamos colchones para dormir y los primos nos dábamos codazos comiendo bocadillos de Nocilla durante la merienda.

«Los Payasos de la Tele» representa mi primer recuerdo de «Televisión Interactiva». Miliki no nos oía, pero intuía que millones de esos pequeños, que hoy somos «sus niños de 30 años», nos desgañitábamos por responderle desde casa. A un «¡Hola don Pepito!», le sucedía un «¡Hola Don José!» y así con todas aquellas canciones participativas sin las que un cumpleaños no era -ni es- un verdadero cumpleaños.

Hoy Miliki se ha ido el cielo de los payasos, así que es el momento de quedarnos con los sabios mensajes del abuelo Emilio Aragón. A lo mejor una buena forma de empezar a arreglar un país inmerso en una crisis de valores es volver a hacer televisión que se pueda ver en familia.

#EBE12, un evento más que necesario

Vivimos en un @EBE continuo”, comentaba Juanma Blanco Poley (@blancopoley) parafraseando a Paco Olivares (@pacolivares) al final de la primera jornada del #EBE12. Esa frase me hizo reflexionar y entender por qué estaba equivocado con mi valoración inicial de la jornada inaugural de este evento que, por séptimo año consecutivo, se ha celebrado en Sevilla. 

Llegué tarde y pillé a Pau García Milá (@pau), creador de eyeOS y Bananity, contando lo de siempre. Que si está todo por hacer, que Angry Birds ha desbancado a bla bla bla… Así que, al terminar su intervención, comencé a deambular entre salas en busca de la mejor ponencia. Estuve viendo a la gente de @Playtales y me gustó mucho lo que vendían porque parece útil, y abre una nueva vía muy interesante para la publicación de libros interactivos sin tener que pasar por la cadena tradicional y manteniendo una calidad altísima… ¡Pero yo quería más! Así que puse todas mis expectativas en la charla sobre analítica web de Gemma Muñoz. No decepcionó, por supuesto. No tanto por los contenidos y las técnicas, que ya conocía por mi trabajo, sino por la pasión que pone esta mujer cada vez que habla de analítica. Recuerda a la clásica profesora que te hace amar una asignatura en el instituto y es capaz de modificar el rumbo de tu vida profesional orientándote hacia otra carrera universitaria.

Con el buen sabor de boca que me dejó @sorprendida, me planté en la sala amarilla para ver a Xavier Uribe Etxebarria (@uribeetxebarria) hablando de Silicon Valley. Y, de nuevo, sufrí el “efecto Pau”. Que si en Silicon Valley son muy exigentes, que allí van miles de personas a solicitar inversión,… ¡Un momento! Estaba siendo víctima de la Enfermedad del Crítico de Cine. Por mi trabajo, estoy obligado a seguir a Pau García Milá, Xavier Uribe Etxebarria y otros tantos casi a diario. Les veo en diversos foros por streaming y sigo todas sus charlas con mucha atención.

Por lo tanto, no es que los ponentes de EBE estuvieran dando charlas aburridas o moviendo temas manidos…¡es que yo estoy sufriendo una sobredosis durante todo el año! No hacía ni un mes que había oído a Pau y Buenafuente hablando de Bananity y contando anécdotas que volví a escuchar de nuevo. Y de Silicon Valley, por la orientación que tienen Moodyo (@Moodyo) y Twissues (@TwissuesCom), y estando dentro de una incubadora como Mola, que ya tiene oficina allí, estoy “sobreinformado”. Es más, recuerdo cómo enseñé a Ricardo Pabón -¡Ojo con @ricardopabon!- un libro que llevaba en el Kindle sobre los secretos de aquella zona de San Francisco. 

Como el crítico que ve una media de cinco películas por semana, yo estoy perdiendo mi capacidad para sorprenderme. Así que mi opinión sobre EBE no vale un pimiento. Conocí en carne y hueso -odio lo de “desvirtualizar”…- a varias personas con las que mantengo relación activa vía Twitter, y hablé con otras muchas. Ambas cosas me confirmaron que mi percepción de EBE estaba muy distorsionada.

No ha sido perfecto, claro está. El wifi falló demasiado y desde el primer día se mostró insuficiente para los cientos de asistentes que llenaban las salas. Y para un encuentro que vive también del eco que se le da, eso es un punto negro. La charla sobre WordPress, que podría haber sido muy buena porque la plataforma tiene para sacar punta, me cuentan que falló bastante (no pude asistir).

Pero España necesita EBE. Sevilla necesita EBE y todos, en definitiva, necesitamos que personas como Luis Rull (@luisrull) sigan esforzándose por hacer esto mejor cada año. Sus charlas, como media, suponen una interesante píldora de conocimiento para los asistentes. Los ponentes tienen, en su gran mayoría, una dilatada carrera y eso les convierte en los transmisores ideales para el conocimiento que se pretende difundir en ese gran foro sobre Internet y todo lo que rodea a la red. Las personas que han liderado las exposiciones de esta edición representan casi siempre aquello que echamos de menos en la universidad: concisos, prácticos (con excepciones, claro está…) y dejándote con ganas de aprender más. En un mundo donde cada vez todo parece más plano y la información de calidad se pierde entre el ruido diario, se agradece que alguien cree este tipo de foros y los mantenga cada año por un precio de risa (15€ por todo lo que se ofrece allí es una cantidad testimonial).

Por eso quiero que haya más EBE, y que sigan trayendo a personas como Pau porque, por más que nos lo repita, necesitamos interiorizar que, efectivamente, está todo por hacer.

Is Google+ designed to be the 3-in-1 network?

I’ve been tuning my Google+ account to fulfil my needs. And I’ve seen that my circles are not balanced. Most of my contacts are wrapped in the “Acquaintances” circle.

So I’ve come to my first conclusion: In this first stage I’m using Google+ as a Linkedin-like network but without CVs and all that stuff.

What if I would have filled my “Following” circle? Would that be a sign that I’m using Google+ with a Twitter-like philosophy? Maybe.

And What if I…? Yes! I would be using Google+ like I already use Facebook. Nice!

In my opinion Google has tried to build a 3-in-1 social network. You can browse and share what you like, with the group of people you like just toggling to your preferred “Stream” (the Wall) by clicking in the left column filter. Amazing, right? Maybe.

There’s a little problem with that approach. Despite of the fact that our Facebook account works in most of the social sites we visit every day (ok, not in Twitter), giving us the chance to toggle between networks with a pair of clicks, do we want to have our boss, our father, our favorite singer, our wife and our friends in the same network, even in different “streams”?

Because they’re separate… but they’re together at the same time. You can decide not to click on the “Partners at work” circle -that includes your boss’ account, of course- in the weekend. But the true fact is that you have the chance to do it. And it’s not funny mixing the funny story of your friend at the beach with the annoying story of your partner that hates your boss. Both stories are just one click away from each other. In other words, Google+ can turn into one of those flats with very thin walls that gives you the “chance” to hear the reason why your neighbour is angry with his girlfriend…

Let’s see what happens in the next weeks. And yes, this is my first post and I was supposed to write about Moodyo.com because I’m the “CEO” (something that sounds “bigger” of what really means at this point). Well, feel free to visit our new network. There’s one thing for sure: in our social site you won’t have to drag&drop your boss to any circle. Just reject his friendship request and enjoy building your gift lists.