“Ellos construyen tecnología para realidad virtual, como el visor Oculus Rift. Te lo pones y te sumerges en un mundo completamente generado por ordenador, como un juego, una escena de una película o un lugar lejano. Lo increíble de esta tecnología es que te hace sentir como si realmente estuvieras en otro lugar con otra persona. La gente que lo prueba dice que es diferente a cualquier otra cosa que han probado en su vida”.
Con esta afirmación, Mark Zuckerberg, CEO y cofundador de Facebook, explica en su perfil lo atractiva que es la empresa (Oculus VR) por la que ha pagado 2.000 millones de dólares (1.450 millones de euros).
Instagram, Whatsapp… ¿y por qué una empresa de realidad virtual?
El primer producto que ofrecerá Zuckerberg son los “juegos con sensación de inmersión” -en los que Oculus VR ya trabaja y serán “potenciados”- pero lo realmente interesante son los desarrollos que anuncia después. “Imagina disfrutar un partido desde la grada, estudiar en una clase con alumnos de todas partes del mundo o consultar al doctor cara a cara solo con ponerte unas gafas”, continúa el creador de la red social más popular.
Si hay una plataforma capaz de vertebrar todo eso hoy en día es Facebook. Google no conecta a las personas por más que lo intente y no parece capaz de hacerlo a medio plazo.
Pero vayamos más allá. Poder hablar directamente con tu amigo como si lo tuvieras enfrente, tocar una foto de instagram y navegar por ella… ¡Son tantas las posiblidades que surgen! Muchas de ellas estaban circunscritas hasta hace poco a películas como Minority Report.
Por si todo esto fuera poco, Oculus VR provee a la empresa de Zuckerberg con tecnología para competir con Google Glass.
“Hubo una época en la que la realidad virtual era un sueño de ciencia ficción. Pero entonces también lo era Internet y los smartphones. El futuro se acerca y tenemos la oportunidad de construirlo juntos. No puedo esperar a trabajar con el equipo de Oculus para llevar este futuro al resto del mundo…y desbloquear un nuevo mundo para todos nosotros”, concluye Mark Zuckerberg, quien ha comprado una empresa que todavía ni siquiera había puesto su producto en el mercado.