Dos mil doce se va y muchos estáis deseando que cierra por fuera antes de dar el portazo. Lo hacemos porque la capa de la crisis y otras desgracias más graves nos impiden ver la cantidad de cosas buenas que hemos cultivado y mantenido en estos últimos doce meses.
El tiempo nos hará añorar muchas cosas buenas que han pasado en 2012. El tiempo dice adiós al tiempo. Y cada minuto que dedicáis a enfadaros, lamentaros y culpar a los demás de vuestra situación es tiempo que se despide y cierra por fuera. El tiempo no vuelve. Mientras escribo esto han desaparecido 5 minutos del reloj pero he llenado de vida 3000 segundos.
Llena de vida cada fragmento de 2013. Disfruta, levántate del sofá, no culpes a nadie de tus pequeñas derrotas y siembra para las grandes victorias que, en más ocasiones de las que piensas, están solo a un abrazo de distancia. Tiempo al tiempo.
Feliz 2013