Tras la vertiginosa carrera de las llamas, hoy nos hemos despertado con el misterio del vestido que tiene dividida a la comunidad tuitera. Unos lo…
Deja un comentarioCategoría: Arte y Diseño
Tras varios años de especulaciones, Apple anunció el iPhone el 9 de enero de 2007. Tardó más de seis meses -hasta el 29 de junio de ese año- en ponerlo en el mercado. Solo en Estados Unidos y solo con AT&T.
Google estaba trabajando en su propio teléfono con Android. “Como consumidor estaba impresionado. Quería tener uno de inmediato. Como ingeniero de Google pensé ‘vamos a tener que empezar de nuevo’”, afirma Chris DeSalvo, uno de los ingenieros que se llevó más de dos años trabajando entre 60 y 80 horas semanales para sacar los primeros prototipos Android -arrancaron en 2005- y que vio como aquel anuncio de Steve Jobs iba a cambiarlo todo.
De hecho, Google estaba trabajando en un teléfono nuevo similar a Blackberry, con un teclado físico. “El iPhone fue como un puñetazo en el estómago”, continua DeSalvo.
Navegando unos miles de kilómetros hasta la sede de la multinacional Samsung en el Sur de Korea, las cosas eran aún más distintas.

Los diseñadores nos enfrentamos a veces con retos “vivos”, es decir, trabajos que van evolucionando guiados por analítica web, necesidades del producto por factores externos, demandas de usuarios con criterio (importante el matiz), etcétera.
El problema de esos retos que van cambiando es que pueden llegar a convertirse en un Frankenstein que debe ser matado a tiempo. Si no se hace, el diseño en cuestión puede transformarse en un collage poco atractivo al usuario final. La labor se complica cuando hay que añadir nuevas funcionalidades cada poco tiempo o mover las ya existentes a otros lugares donde sean más fáciles de localizar.
El perfil de usuario de Moodyo había sido limpiado en el último rediseño. Para situarnos, esto ocurrió en julio de 2013. En esa tarea se incluyó la unificación de botones, colores y la eliminación de esquinas redondeadas, entre otros. No pudimos tocar el buscador, que sigue pendiente porque queremos resolverlo de una forma que sirva para la transición a la multiplataforma.
1 comentario# #periodismo #diseño
Deja un comentarioEl Museo de Historia Natural de América, en Nueva York, tiene una interesante exposición de Google Doodles creados por niños. La empresa fundada por Larry Page y Sergey Brinn puso hace quince años un “out of office” en la página principal del buscador, creando así, sin saberlo, un elemento que se incrustaría para siempre en su historia y que se repetiría cada vez que se quisiera destacar una fecha.
Una vez al año, Google da a los niños de los colegios estadounidenses la oportunidad de crear sus propios doodles. Los cincuenta finalistas son exhibidos en el museo neoyorquino.
En mi visita de hoy he podido verlos todos y son preciosos. A continuación os dejo los 15 que más me gustaron junto al argumento en el que está basado la obra. El tema común que sirve de hilo conductor a todos es “El día más feliz de mi vida”.
Ya está en la calle BodyPassport y, la verdad, está funcionando muy bien. Crece con rapidez y eso nos anima. Pero no estoy aquí para hablar de mi libro, sino para contar la experiencia que supuso escoger la figura femenina que debe representar a la mujer cuyas curvas no ofenden a nadie. No fue fácil.

Cuando nos pusimos manos a la obra con la interfaz de introducción de medidas de BodyPassport teníamos claras algunas cosas:
– Había que mostrar junto a las medidas algún tipo de guía porque muchas personas no saben dónde se mide la cintura.
– Debía ser extremadamente sencilla.
– Debía exigir exclusivamente aquellos datos imprescindibles para poder realizar la compra de las prendas principales.
– El color iba a ser el azul, ya que es agradable tanto a hombres como mujeres. ¡La psicología del color manda! Olvidaros de vuestros gustos personales.
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