El lunes por la tarde, en medio de una jornada muy interesante sobre Salud y Deporte con The Knowmads, devuelvo una llamada a alguien -omito el nombre por respeto- que había contactado con mi oficina por la mañana para comunicarnos que mi empresa (3dsignia) está nominada a los Premios a la Excelencia Empresarial (o algo así).
Tras contarme una historia sobre unos premios en Marbella en el Hotel Villapadierna, un chófer que nos iba a recoger para ir a la gala y que otras empresas grandes tipo Siemens lo habían recibido anteriormente, pasa a decirme que van a publicar media página en La Razón a todos los nominados y bla bla bla.
Ya sabéis cómo acaba, ¿no?
El año pasado nos llamaron también para publicar una página de entrevista de Moodyo, y el anterior fue Red Herring quien nos «invitó» a un premio por el que, al final, había que pagar 3.000€ en concepto de traslado a una ciudad europea y una noche de hotel (desconozco si viajábamos con el piloto y si te regalaban un pedazo del hotel por ese dinero).
Desconozco la vinculación entre la persona que me llamó y el periódico que dirige Paco Marhuenda. Puede que fuera un simple «comisionista» que elabore productos para la cabecera y que ésta no tenga ni idea de lo que hay detrás. Me dejaría bastante más tranquilo algo así, aunque me temo que no es el caso.
Por principios y porque soy periodista no pienso pagar en mi vida porque me entrevisten o porque me den un premio. Si no soy importante o informativamente interesante, no lo soy. Punto.
Aclaro que no veo mal que se hagan especiales temáticos donde las empresas puedan pagar por tener un espacio en función del sector. Educación, Compras, Automóvil, etcétera. Es una evolución de la publicidad tradicional en la que el texto puede aportar algo más al faldón. Es más, creo que hay experiencias de branded content excelentes que, como sabéis, se emplean en casi todos los soportes.
Pero, ¿pagar para que me entrevisten o me den un premio? ¿Estamos locos?
Desconozco qué pasa por las cabezas ¿pensantes? de quienes crean esto, pero deberían plantearse que los lectores y sus posibles víctimas no son subnormales.
Entiendo, como nadie, los problemas por los que pasa la prensa pero, ¿acaso es necesario morir de esta manera? ¿No hay nadie con dos dedos de frente y un poquito de creatividad que dé un puñetazo en la mesa y las ponga mirando al futuro?
¿No es suficientemente humillante tener que regalar una manta por piezas para vender un periódico?
¿Nadie ha pensado que esas promos pueden tener un efecto puntual para evitar la estacionalidad de la venta en verano pero que, con el tiempo, se convierten en un lastre? Sin contar con que para muchos niños el periódico de los domingos es “eso que te regalan cuando compras una peli en el quiosco”. Me da una pena enorme porque he crecido viendo rotativas y escuchando a mi padre salir en la madrugada para arreglarlas en ABC perdiendo el culo para que los ‘ruteros’ no perdieran la hora y el periódico llegara a tiempo a los quioscos de Andalucía.
En serio, no hagamos sufrir al paciente innecesariamente. Si creemos que el modelo está agotado, está agotado (cosa que no creo…no, al menos, aún), pero no lo torturemos más a base de porrazos.
A la prensa le quedan algunos años en los quioscos. Cuidémosla y démosle, cuando llegue el momento, una muerte digna (¡Cuando llegue el momento! No ahora…). Y a quien se le hayan acabado las ideas para mantener a flote el papel, que arriesgue o se vaya a vender mantas. Ya está bien.
Hola , me han llamado para salir en el suplemento de La Razón el 7 de mayo que es comer y beber y para salir como catering, que es a lo que me dedico,
Una entrevista con fotos para hablar del catering que tengo un concepto diferente y de mi experiencia,
Tengo que pagar 3,500€ por salir en una página entera , impar derecha, la propuesta me parece interesante pero igual es mucho dinero., y es verdad que me llaman bastante, pero no sé que hacer, me puedes aconsejar??