Vayamos hacia atrás unos 14 años, hasta los inicios de la década pasada. El País utiliza en esos momentos “Aracnophilia” como editor HTML y ABC, que había arrancado su edición digital en 1995, generaba su web utilizando Frontpage de Microsoft. El Mundo prácticamente no había despertado en la Red. “Aldea global”, “Autopistas de la información”, “Ciberespacio” y otras expresiones comienzan a cobrar fuerza.
Estamos en el año 2000 y todo pinta tan bonito como desconcertante. Los amantes de los cacharros tecnológicos cobran importancia porque son los únicos que cruzan la raya que separa la redacción tradicional de ésa repleta de máquinas diabólicas que, a modo de rotativa cibernética, distribuyen los contenidos a todo el mundo antes de que haya salido de ruta la primera furgoneta cargada de periódicos calentitos en la medioanoche. Seguir leyendo «¿En qué se equivocan Wert y los editores españoles con Google?»