Una breve historia sobre mi paso por ABC de Sevilla

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Me decía el otro día Ramón Román -medio en broma, medio en serio- que había dedicado poco tiempo a hablar de mi trabajo en ABC en los distintos sitios donde me entrevistaron tras recibir el premio de la APS. Lleva razón. Así que voy a escribir unas líneas y así, además de equilibrar mi karma, él dejará de pensar que no me acuerdo del gran equipo que dejé allí.

Llegué al digital de ABC a principios de 2007, aunque no fue hasta el verano de ese mismo año cuando pasé a formar parte de la “plantilla”. El entrecomillado viene porque éramos 3 gatos. La edición online de ABC de Sevilla tenía entonces menos de 200 mil usuarios únicos. “Cuando lleguemos a 1 millón, me voy a trabajar desde casa”, le dije a Isaac Timón, gerente del departamento y encargado de ficharme para la difícil empresa que le habían encomendado.

Entre mis alumnos de la universidad me acordaba de Ramón Román. Daba la lata como becario en Deportes de la edición en papel de ABC y quería un hueco. “Si hay algo, acuérdate de mí”, me decía cuando venía a visitarme al departamento de Diseño para maquetar alguna página. Me acordé de él, así que cuando me preguntaron si conocía a alguien que pudiera llevar información deportiva lo tuve claro.

El reto era gigante. Pasar de un portal informativo donde, grosso modo, se volcaban los contenidos del papel y se hacía alguna actualización, a crear varios portales, multiplicar por 5 la audiencia en poco tiempo y hacer mil cosas más que ni sabíamos por aquel entonces.

Para situarnos:

ABC de Sevilla Digital en enero de 2007
(190.000 usuarios únicos)

www.abcdesevilla.es

ABC de Sevilla Digital en enero de 2011
(1,4 millones de usuarios únicos)

www.abcdesevilla.es
www.alfinaldelapalmera.com
www.orgullodenervion.com
beticos.alfinaldelapalmera.com
sevillistas.orgullodenervion.com
www.pasionensevilla.tv
cofrades.pasionensevilla.tv
blogs.abcdesevilla.es
www.tusrecetas.tv
www.contenidosabcdesevilla.es/detapas
www.contenidosabcdesevilla.es/reportajes-sevilla
http://www.contenidosabcdesevilla.es/reportajes-sevilla/todo-sobre-perdidos.html (especial cariño porque, además del diseño y las plantillas, me escribí las más de 100 noticias sobre LOST que hay en él).
www.contenidosabcdesevilla.es/fotodenuncia

La mayoría de esos portales se abrieron antes del verano de 2010.

Así que en tres años pasamos de 1 a 12 portales, contando en medio con varios rediseños, concursos y la creación de un equipo joven de periodistas. La audiencia se multiplicó por 7.

De aquellos cuatro años recuerdo trabajo, trabajo y más trabajo. Isaac pasaba muchas horas al día dándole vueltas a la cabeza para sacar adelante el chiringuito, cuadrar presupuestos y sacar partido hasta al último euro que teníamos. Catorce horas diarias durante mucho tiempo y con solo 20 días de vacaciones completas (¡mi boda!) porque el resto de descansos tuvieron que ser con el móvil pegado a la oreja y el portátil bajo la sombrilla. Un fin de semana mi mujer y yo llegamos a contar 26 llamadas de teléfono entre Isaac y yo. Demencial, pero era la única forma que teníamos para conseguir los objetivos.

Servidor se diseñó y programó él solito todos los portales antes mencionados. No es sacar pecho ni presumir, porque después de eso Edu, Emma y Javi han hecho mil cosas más. Pero cuando se gestaron las páginas anteriores estaba yo solo en el área técnica y encargado de otros menesteres del día a día. Así que hubo que currarse hasta el último detalle. Desde el dibujo en un folio a la programación en PHP, bases de datos, configuración de servidores…pasando por las pantallas en Photoshop de todos los proyectos que salieron y los que se quedaron durmiendo el sueño de los justos.

En los primeros días éramos muy pocos en el digital. Cuando veíamos a 100 usuarios concurrentes conectados en alguna web tocábamos las palmas. Después nos desilusionábamos al bajar de 1.000 simultáneos

Ramón Román trabajó en aquellos días como un cabrón, hablando mal y pronto. Las largas jornadas a las puertas del cuartel de Lopera en Jabugo no le impedían llegar a la redacción e irse al aeropuerto a cubrir un suceso. Manu, Luis, Miguel, Mercedes, Laura, Rafa, Laura II, María José, Jaime, Jesús, Cristina y Alejandro estuvieron dando el callo también en el equipo y, finalmente, Javi Arias, compañero inseparable de mis días en Diseño, acabó también en la “cueva digital”.

Esa cueva -así llamábamos amistosamente al sitio donde trabajábamos- sufrió en 3 años dos ampliaciones antes de la fusión con la Redacción en papel en 2011.

A todos los compañeros se les formó prácticamente desde la nada. De la misma forma, los que “mandábamos” tuvimos que pasar muchas horas de noche estudiando cosas nuevas. Gracias a su entrega y a su confianza en nuestras palabras, hoy Ramón Román o Mercedes Jiménez -por citar dos ejemplos, aunque podría poner muchos más- son dos profesionales que están preparados para cualquier cosa dentro de una redacción moderna.

El viaje fue realmente apasionante y me sirvió para llevar la dirección técnica de una startup que crecía dentro de una empresa centenaria y en la que mucha gente no creía.

Por contra, ese periplo me provocó un desgaste mental directamente proporcional a los hitos conseguidos por el equipo. Acabé pidiendo la hora, literalmente, porque no me llegaba el aire a los pulmones y dormir cada vez era más complicado. Recuerdo como un día Mercedes me dijo que escuchara “Al respirar” de Vetusta Morla. Esa canción quedó vinculada para siempre a un período gris que dio paso a las grandes cosas que vinieron después. Sin embargo, los últimos 12 meses fueron extenuantes.

Cuando se amontonaban las tareas pendientes era incapaz de conciliar el sueño. Podía pasar días prácticamente sin pegar ojo. Mantenía un estado de alerta continua que me llevó a tomar la decisión más difícil que he tomado hasta el día de hoy: abandonar la Casa en la que había aprendido tantas cosas y a la que me había dedicado en cuerpo y alma.

En mayo de 2011 dejé oficialmente ABC de Sevilla, aunque desde mi empresa seguimos trabajando con ellos y siempre miro con cariño todo lo que sale desde allí.

Solo espero que tras esta historia mi gran amigo Ramón se quede más tranquilo. Se os echa de menos a todos…

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