A lo largo de 2013 he visitado Nueva York en tres ocasiones para visitar ferias, conferencias, reuniones, aceleradoras, espacios de co-working, etcétera.
Sin poder considerarme, ni de lejos, un experto en la materia, sí tengo ya cierta experiencia en algunas cosas que no se deben hacer y en otras que hay que poner en práctica lo antes posible cuando pisas el suelo de Nueva York.
A continuación os ofrezco algunos consejos que yo habría agradecido mucho antes de iniciar mi aventura que, por suerte, continúa por buen camino.
No vayas a Estados Unidos a buscar inversión sin cumplir antes con sus requisitos
Cualquier emprendedor español sabe que en Nueva York o Silicon Valley se apoya a las startups con grandes cantidades de dinero. Eso lleva a que muchos intenten acudir a Estados Unidos con su plan de negocios para ver dónde levantarán capital. La sorpresa llega cuando ni los inversores ni tus partners saben exactamente dónde está España, el país de origen de esa persona que intenta hacer un trato con ellos.
Tus primeras reuniones deben ser para buscar clientes y usuarios. Sin ellos no te harán ningún caso. ¡Ah! Y no se te ocurra decir nada del tipo «quiero que invirtáis en mi empresa española». No lo harán. Crea tu sociedad en Delaware -requisito indispensable para aplicar a algunas aceleradoras- y piensa que los próximos años los pasarás en Estados Unidos.
Tus usuarios españoles no sirven
Fernando San Martín, de StepOne Ventures, fue muy gráfico al explicarlo: «Puedes ser El Corte Inglés, ingresar muchos millones de euros…y llegar a Nueva York y te digan que eso no les sirve de nada porque quieren clientes americanos«. A Estados Unidos no le importa demasiado el resto del mundo en las primeras fases de una startup (unos dos o tres años dependiendo del modelo) porque tiene un mercado potencial propio de más de 300 millones de personas.
Busca alianzas con empresas de marketing y mantén reuniones con partners que te hagan avanzar en ese sentido. Para demostrar la tracción en Estados Unidos debes ser capaz de aglutinar, como mínimo, a 100.000 usuarios en tu plataforma si eres un modelo B2C (muchos menos, pero de pago, si eres B2B, claro está…).
Ojito con el networking
Ya os lo he dicho mil veces: aquí no todo vale. En Nueva York hay una media de 4 o 5 encuentros diarios enfocados a startups, desarrollo, comercio electrónico, etcétera. Los buenos son -con alguna excepción- de pago porque así filtran a mucho fantasma. Merece la pena pagar 20 o 30 dólares por estar con inversores y partners de verdad.
Empezar con Worldwide Innovation Network (WIN), puede estar bien. Por lo general, aglutinan a todas las empresas extranjeras que quieren hacerse un hueco en Nueva York. Su responsable es Eyal Bino.
Meetup.com, Eventbrite pero, sobre todo, Gary’s Guide serán tus mejores aliados para crear tu agenda cada semana.
Cuidado con los sitios de co-working
Cualquier persona con un poco de espacio libre en Manhattan y unas mesas de IKEA dirá que tiene un sitio de co-working. Y eso no estaría mal si no fuera porque te cobran una pasta por ocupar una sola mesa. Por eso es fundamental seleccionar bien dónde acabas compartiendo mesa con otros emprendedores.
Un buen centro de este tipo debe tener tarifas flexibles que te permitan estar un día entero pagando $30 o un mes completo por una cantidad que ronde los $300 (210€ aprox).
¿Una recomendación personal? Hive at 55. Está en pleno Wall Street, cerca de parques y de otros centros de emprendimiento. Tienen tarifas flexibles, buenas instalaciones y organizan encuentros con inversores con cierta frecuencia. El ambiente es importante a la hora de crear tu startup.
Pero ten también mucho ojo con quien pones a tu lado. Hay una corriente creciente en NY que cree que es mejor irse a una oficina solo. ¿Motivo? Algo tan sencillo como que hay emprendedores que no juegan limpio y copian a quien tienen a su lado. En las fases iniciales, pivotando continuamente, muchos fundadores abandonan su idea inicial porque ve que no tiene cabida en el mercado. A veces, en lugar de pensar cuál es la buena estrategia, solo tienen que mirar a la pantalla de al lado…
Practica unas 100 veces tu pitch
Aunque no te lo creas, no tienes ni idea de cómo se hace un buen pitch. Nicole Glaros nos explicó en la sede de TechStars que el 99{a31a598c08b97e04c471714f0e9a9135ffea9d13036728f66bee3f63eed82732} de los pitchs son malísimos. Y eso es así desde que ella comenzó a ver las aplicaciones para su aceleradora hace más de 10 años.
Aplica para una buena aceleradora solo cuando tengas un producto ganador, un equipo increíble y flexible, tracción en el mercado estadounidense y sepas contar de manera extraordinaria lo buena que es tu startup.
En TechStars, por ejemplo, te preparan mucho para saber convencer a un inversor. Viendo los vídeos de sus demos, comprendes porqué el 90{a31a598c08b97e04c471714f0e9a9135ffea9d13036728f66bee3f63eed82732} de las empresas que aceleran sobreviven.
Prepara respuestas rápidas y concisas para las preguntas «What do you do?«, «How will you make money?» o «What makes your product different from your competitors?«.
Ni se te ocurra alojarte en Manhattan salvo que te sobre el dinero o tu estancia sea muy corta
Queens está a 15 minutos en metro de la tienda Apple de la 5ª Avenida y un piso te cuesta la mitad. Para muestra, un botón: nuestro primer apartamento en Hellskitchen costó $5.000 para un mes. El que cogimos después en Queens, $2.500.
Estos son los precios para alquileres a un mes. Si buscáis algo para largas estancias con una habitación, hemos visto que el orden de precios -caro a barato- suelen ser más o menos así: Manhattan ($3.000), Brooklyn ($1.800), Queens ($1.300) y New Jersey ($900).
Con la MetroCard de 30 días ($112) puedes visitar toda Nueva York y cruzar la ciudad en minutos. Además, la vida diaria en zonas como Queens es mucho más barata, llegando a equipararse a ciudades asequibles de España.
Sal a correr por Central Park
Parece una tontería, pero en mi segundo viaje me compré un monopatín. Me ayudó mucho a vaciar mi mente cuando la saturación me impedía pensar con claridad. Nueva York está hecha para recorrerla de mil formas pero, sin duda, hacerlo en bicicleta, monopatín o practicando un poco de running te hará cumplir un triple objetivo: mejorar tu forma física, tener unas vistas impresionantes y liberar tu mente.
Central Park es un «must» para todo emprendedor que visita Nueva York. Recórrelo.
El invierno más inclemente y el verano más pegajoso
Lo mejor de Nueva York no es el clima estable. En invierno hace un frío de esos que cortan la respiración y te dejan sin extremidades; la ropa pegada y un aire difícil de respirar por la humedad es la nota dominante en julio y agosto.
¿La mejor fecha? La primavera. Abril y mayo son dos meses increíbles para visitar Nueva York.
Los costes del día a día
Aquí muchos dirán que esto es flexible. Y lo es, claro está. Nueva York tiene a 7 de los 10 mejores chefs del mundo y más de 8.000 restaurantes así que decir que en la Gran Manzana se come mal es, cuanto menos, arriesgado.
Mi amigo y terapeuta Javi Santamaría (es quien vela por la salud de mi columna en Sevilla…ya sabéis que el cuello es el talón de Aquiles de los que abusamos del ordenador…) me dijo que no dejara de visitar el Tony Di Napoli’s de Times Square (en la calle 43). Y no se equivocó. Para cenas a precios decentes donde se come mucho y de calidad es un sitio fenomenal.
Si queréis cerveza a buen precio, pensad que aquí eso significa pagar $3.5-$4 por una pinta en Happy Hour. El resto del tiempo estará a $5 para cervezas nacionales y de ahí para arriba. Sin embargo, podéis vistar el Pub Blarney Stone (calle 47, cerca de la 8ª Avenida) donde siempre cuestan $4 y están riquísimas. Tienen cosas para picar que no están mal.
Hamburgueserías hay mil y creo que casi todas son buenas. Huid de McDonalds, Burger King o Wendy’s aquí. Esto es el paraíso de la hamburguesa de verdad. En el Social (8ª Avenida) ponen la Jack Daniel’s Burguer que está sensacional por $14.
Cuando haya hambre y el bolsillo flaquee, eso sí, siempre podéis ir a un McDonalds. No está mal, pero no es una buena hamburguesa ni mucho menos si la comparas con la media de Manhattan. Eso sí, por $9 tenéis un menú con todo.
En estancias largas os recomiendo hacer la compra en un hipermercado. Trader Joe’s está genial si estás en Manhattan, aunque hay otros más baratos en Queens o Brooklyn. Si te apetece pegarte una caminata con bolsas, puedes intentar ir al que hay en la esquina de la Avenida 30 con la calle 30 (difícil de olvidar) de Queens. Está abierto 24 horas y tiene de todo a precios españoles. En frente hay una tienda donde también puedes encontrar licores y vinos de La Rioja asequibles al bolsillo (prácticamente igual que en España de precio).
Es un mito que el aceite de oliva sea muy caro aquí. O, mejor dicho, solo es caro para los que no buscan. En Trader Joe’s puedes conseguir una botella de aceite de 750ml por $5 (virgen-extra de Italia) o $6 (virgen-extra de España).
En la 9ª Avenida ponen un mercadillo de productos del campo que están sensacionales, y si el bolsillo te lo permite, siempre puedes visitar el supermercado Amish de esa misma zona. Ahí me comí uno de los mejores melocotones de mi vida.
Y poco más que decir. Si alguno tiene dudas concretas sobre algún aspecto, puede contactar conmigo en jpadilla@3dsignia.com